Una conducta ética es condición necesaria, aunque no suficiente, para la concreción negocios seguros.Un mercado regido por principios y normas compartidas por todas las partes - más allá del aspecto jurídico de la regulación de la conducta -, favorece el clima de seguridad imprescindible para la inversión y la disposición de las empresas a asumir riesgos razonables. Aporta a la acción, cierta previsibilidad sin la cual sería impensable el mercado de transacciones.
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