Tras una tendencia a la baja desde el año 2017, en 2022 se constata un aumento importante con respecto al año anterior.
La Ley 18.387 del Proceso Concursal en su artículo 11 establece que los concursos se clasifican en voluntarios y necesarios. Concurso voluntario es aquel que solicita el propio deudor (si no constara previa solicitud de concurso promovida por alguno de los restantes legitimados). En los demás casos, el concurso es necesario. El artículo 6 de la Ley, establece que además del propio deudor, pueden pedir el concurso de una empresa los restantes legitimados, a saber: cualquier acreedor; cualquiera de los administradores o liquidadores de una persona jurídica y los integrantes del órgano de control interno; los socios penalmente responsables de las deudas de las sociedades civiles y comerciales; los codeudores, fiadores o avalistas del deudor; las Bolsas de Valores y gremiales de empresas con personería jurídica; cualquier heredero, legatario o albacea en caso de herencia.
Tal como se aprecia en las tablas y gráficos, en todo el año 2022 se presentaron solicitudes de Concursos de Acreedores a 79 entidades con actividad económica. De dichas solicitudes, 31 fueron presentadas por los propios deudores, por lo que fueron clasificados como concursos voluntarios. Las restantes solicitudes de concursos a 48 entidades fueron solicitadas por otros legitimados según lo establecido por el artículo 6 de la Ley, por lo que fueron clasificados como concursos necesarios.
El año 2017, continúa siendo el año que registra la cifra récord en la cantidad de presentaciones concursales desde que está vigente la nueva ley, e incluso desde la crisis del 2002. Luego de ese año, se venía observando hasta el año 2021 una caída anual continua en la cantidad de solicitudes, explicada básicamente por la disminución en las solicitudes de concursos voluntarios. Esta reducción invita a reflexionar respecto a qué incentivos tienen los deudores para utilizar la herramienta legal del Concurso de Acreedores.
La disminución en los concursos voluntarios también explica la caída de su participación en las cifras totales. Mientras hasta el año 2020, los concursos voluntarios representaban casi las dos terceras partes del total, desde el 2021 en adelante, los concursos necesarios pasaron a superar la cantidad que los solicitados en forma voluntaria.
En el año 2020 se constata una caída muy pronunciada en la cantidad de solicitudes de concurso de acreedores. Una de las posibles explicaciones a este fenómeno podría encontrarse en la Pandemia de COVID 19. La excepcionalidad y el carácter general de la afectación generada en la actividad empresarial, determinó que los acreedores comerciales fueran más tolerantes con sus deudores. Lo mismo se constató en el sector financiero regulado, en el cual se otorgaron refinanciaciones y préstamos blandos orientados a encontrar soluciones a los problemas financieros que la caída de la actividad económica había ocasionado en las empresas de varios sectores. La mencionada tolerancia contribuyó a generar un clima de mayor tranquilidad en el reclamo de las deudas, lo cual se vio reflejado en las solicitudes de concurso que en 2020 fueron acordes a esa tendencia.
Sin embargo, en el año 2022 se observa un incremento importante respecto a las solicitudes de concurso del año 2021, período en el que se solicitó el concurso a un total de 53 entidades con actividad económica, de los cuales 22 fueron voluntarios y 31 necesarios. Los incrementos fueron de casi 41 % en los concursos Voluntarios, de casi 55 % en los Concursos Necesarios y de un 49 % en el total de Concursos solicitados.-