El pasado 5 de noviembre tuvo lugar la penúltima de las capacitaciones previstas para 2020 por nuestra gremial. Cerramos el ciclo el 3 de diciembre.
La misma, titulada “Arquitectura del Liderazgo: ¿qué estructura sostiene un liderazgo eficaz en materia de motivación?” (https://bit.ly/3l4vLGI) se ocupó de recorrer diversos aspectos que quienes ocupan posiciones de liderazgo deberían considerar en lo que respecta a promover en la organización, una forma de ser y de hacer (una cultura), propicia para favorecer en las personas el compromiso y la disposición para el esfuerzo en pos de resultados organizacionales consistentes con los personales.
Desde la profesionalidad de la gestión, se entendió que la reflexión sobre la necesidad y los beneficios de contar con un sistema ética de referencia constituía la base de la construcción de la cultura arriba planteada. De ahí que brevemente se recorrieron los componentes articulados (valores, principios y normas) de un sistema ético personalista.
Entendiéndose que todo lo que se hace en la empresa comunica mensajes que serán observados e interpretados por el personal, se trabajó sobre la importancia de la consistencia entre las prácticas de gestión y la postura ética sobre las cuales se construye la confianza y el compromiso de las personas.
Seguidamente se recorrieron dos modelos de liderazgo situacional especialmente útiles en el marco de la necesaria adaptabilidad que requiere de parte del líder, los tiempos que corren. En el mismo sentido, se plantearon los factores en función de los cuales las personas evalúan y regulan su conducta en el ámbito laboral, en aras de estar dispuestas a dar lo mejor de sí.
Dada la experiencia del impacto sorpresivo de la pandemia, se reflexionó sobre la relevancia de incorporar herramientas organizacionales que propicien el planteo de diversos escenarios (del tipo que sean) en función de los cuales se consideren las herramientas con que cuenta o debería contar la organización para hacer frente a ellos, en el entendido de que será cada vez más apremiante la velocidad de cambio del ambiente, y por consiguiente, la necesidad de que la empresa desarrolle habilidades para reaccionar y aprender rápidamente.
En esos desafíos, están implicados el liderazgo y la motivación como elementos que se necesitan uno al otro para potenciar los resultados empresariales.
En otro orden, la última de las capacitaciones 2020 tendrá lugar el próximo 3 de diciembre, cerrando el ciclo con con un Webinar sobre Tecnologías Digitales.-