Un 26 de abril, hace 97 años, se aprobaban los Estatutos de Liga de Defensa Comercial. El hecho tuvo lugar en la sede de la Cámara Mercantil, que gentilmente cediera sus salones a tales efectos a una novel Institución que daba en conformarse merced a importantes empresarios de la época que, fueron capaces de instaurar las bases de una gremial que definía su razón de ser en constituirse en "un órgano representativo del Comercio y la Industria Nacional...
Liga de Defensa Comercial cumple 97 años de historia
Un 26 de abril, hace 97 años, se aprobaban los Estatutos de Liga de Defensa Comercial.
El hecho tuvo lugar en la sede de la Cámara Mercantil, que gentilmente cediera sus salones a tales efectos a una novel Institución que daba en conformarse merced a importantes empresarios de la época que, fueron capaces de instaurar las bases de una gremial que definía su razón de ser en constituirse en “un órgano representativo del Comercio y la Industria Nacional, que, reuniendo y vinculando entre sí a todos los componentes de estas colectividades, contribuya a desarrollar el espíritu de solidaridad organizándose así para la defensa de los intereses colectivos, combatiendo el fraude, la deshonestidad y la ineptitud comercial, y velando por el progreso de las entidades que representa, para que su organización alcance el mayor grado de perfección, influencia y representación que le corresponde como factor importante de la vida social y económica de la nación”
Quienes fundaron nuestra Institución, fueron empresarios que forjaron su personalidad y su crecimiento en medio de diversas crisis y dificultades de las que fueron contemporáneos: la Guerra Grande, las luchas civiles, las revoluciones partidarias que culminarían solo 11 años antes de la fundación de LIDECO (en 1904), la Guerra contra Paraguay, la época de la injerencia extranjera y de capitales extranjeros, las crisis bancarias de 1868 y 1890, las dictaduras de caudillos y militares, todo ello en el marco de una cultura acostumbrada a apelar a la violencia como medio de resolver los diferendos, presidentes asesinados, exilios, la modernización de la campaña, la reforma educativa de Varela, el movimiento inmigratorio, la separación de la Iglesia y el Estado, la transformación de los partidos políticos, el fin del caudillismo, la Primera Guerra Mundial…
El surgimiento de LIDECO tiene sus raíces en procesos duros, como lo es todo proceso de crecimiento. Era un tiempo donde a la vez que caían valores surgían otros en un contexto de vanguardia signado por la gestión de Batlle y Ordóñez que finalizaba su gobierno en marzo de 1915.
Emergentes de su tiempo, los fundadores de LIDECO representaban la intención de superar los intereses particulares y los enfrentamientos colocando por encima los “intereses colectivos” y el “progreso”, para lo cual proponían el surgimiento de una entidad que velara por la construcción de las condiciones que permitieran el desarrollo del comercio en un marco de lealtad y buena fe.
A casi 100 años del inicio de esta historia, nos encontramos en un período de bonanza. No obstante no pocas han sido las vicisitudes y dificultades de las que nuestra Liga ha sido testigo también estamos en un entorno turbulento, donde valores caen y otros deben estar en construcción o en reconstrucción. Volver a las fuentes siempre es saludable, así como repasar algunas páginas de nuestra historia.
En tal sentido, vale la pena compartir fragmentos de la carta a los lectores que se publicara en la primera Revista editada por nuestra Institución el 1° de enero de 1919.
En ella se leía que el fundamental objeto de Liga de Defensa Comercial “es el bien del comercio en general; bien al cual está íntimamente ligado el del país, puesto que el comercio, en sus múltiples y trascendentales funciones de propulsión de la circulación y del cambio de la riqueza, es uno de los grandes factores de progreso en la vida económica de las naciones, y, por consecuencia, su perfeccionamiento moral y material entre nosotros debe naturalmente fluir en provecho de la República.
Al instituirse la Liga de Defensa Comercial, reuniéndose y concentrándose, así, fuerzas que carecían de cohesión, se ha tenido en cuenta que el aislamiento y la dispersión son la debilidad, al paso que la unión y la cooperación son el medio más eficaz de multiplicar energías fecundas.
(…)
La rectitud de conducta en las operaciones mercantiles además de estar impuesta por la moral y la ley, es beneficiosa para todo el gremio y para cada una de las individualidades que lo forman, porque todas ellas necesitan del crédito para desenvolver sus negocios, y el crédito no se consolida sino por medio de procederes irreprochables”.
No nos queda más que celebrar junto a nuestros asociados estos 97 años y honrarlos como se merece. Agradecemosm a las empresas que nos han acompañado y nos acompañan en ese desafìo. Saludamos por muchos años más de camino juntos.-