Una conducta ética es condición necesaria, aunque no suficiente, para la concreción negocios seguros.Un mercado regido por principios y normas compartidas por todas las partes - más allá del aspecto jurídico de la regulación de la conducta -, favorece el clima de seguridad imprescindible para la inversión y la disposición de las empresas a asumir riesgos razonables. Aporta a la acción, cierta previsibilidad sin la cual sería impensable el mercado de transacciones.
Una conducta ética es condición necesaria, aunque no suficiente, para la concreción negocios seguros.
Un mercado regido por principios y normas compartidas por todas las partes - más allá del aspecto jurídico de la regulación de la conducta – favorece el clima de seguridad imprescindible para la inversión y la disposicion de las empresas a asumir riesgos razonables. Aporta a la acción, cierta previsibilidad sin la cual sería impensable el mercado de transacciones.
La Ética como sustantivo, es decir en tanto saber filosófico, ofrece un marco de referencia que abarcfa en forma genérica a todos los ámbitos de acción de la vida humana. No puede existir una ética para la vida en casa, para la medicina, para los negocios… Existe una ética de la interacción humana que oficia como criterio general de orientación de la conducta ante las situaciones que nos enfrentan a dilemas éticos, esto es, a tener que decidir por un camino en cuyo principio determinadas opciones aparecen contraponiendo valores.
Estos temas nos llaman a confrontarnos con la libertad de nuestras decisiones. La Ética en tanto saber, procura reflexionar sobre lo que debe ser la conducta responsable del hombre para alcanzar lo bueno. Ergo, lo malo existe. Y en un sinnúmero de situaciones nos vemos conminados a ejercer nuestra libertad para decidir entre lo uno y lo otro.
Qué es lo bueno, qué es lo malo, y para quiénes algo es bueno o malo, son cuestiones cargadas de polèmica que requieren de un sistema de principios y valores que ordenen la reflexión de cara a evitar y eliminar al arbitrariedad de las decisiones y de los ejercicios de poder.
El Derecho a través de la regulación normativa, establece lo permitido y no permitido en una sociedad. La Antropología, estudia las costumbres; la Sociología, se ocupa de los comportamientos aceptados de hecho; la Ética, se ocupa del "deber ser" del hombre como individuo formando parte de una comunidad.
Desde el momento en que nuestra conducta involucra y afecta a terceros, no podemos soslayar la reflexión de los efectos que nuestra conducta ejercen sobre aquellos, llámense trabajadores, empresarios, mercado, etc.
Se trata de una reflexión que oscila entre la necesidad de proteger la dignidad individual de las personas a la vez que proteger el bien común. Se trata de generar en el mercado las condiciones para la máxima realización y humanización de las personas, de reflexionar sobre nuestra responsabilidad social como agentes clave de la productividad de un país. Hablamos de agentes empresa, agentes empresarios, agentes trabajadores, agentes gobierno, agentes sindicatos, agentes gremiales empresariales, etc.
Una conducta ética supone acciones basadas en el mutuo acuerdo y consentimiento, en el marco del respeto de la dignidad, del derecho de autonomía, de la obligación de no dañar, de la búsqueda del mejor beneficio para todas las partes.
Es una práctica saludable para los agentes económicos y actores sociales, habituarse a a reflexionar sobre por qué, para qué y cómo hacer las cosas.
No es tarea sencilla ni libre de polémicas, no obstante, es tarea necesaria e insoslayable.-